jueves, 9 de octubre de 2014

Análisis Sombras de Mordor



Por fin os traigo el análisis del juego que hace unos días os mostré en video. Tras haber empleado 30 horas y haber completado el 99% del juego me veo en posición de entrar a valorarlo. De entrada, y viendo el número de horas invertido en él, podéis intuir que me ha gustado y más si consideramos que la historia principal solo nos ocupa unas 7-8 horas. Así que, ¿qué ofrece el juego para alargar tanto su duración?

En primer lugar, los desarrolladores digamos que apostaron al caballo ganador, lo que se traduce en haber cogido multitud de mecánicas ya asentadas en el panorama actual y aderezarlas con el novedoso sistema némesis (del que hablaré más adelante) dando un producto muy entretenido. Por un lado tenemos el tema de la atalayas y coleccionables por el mapeado sacado de la saga Assassin's Creed y por otro el sistema de combate y sigilo cogido de la saga Batman Arkham.
Para darle profundidad al desarrollo del personaje, este obtendrá experiencia de los combates y misiones (principalmente) con la que obtendrá puntos de habilidades que podremos gastar esencialmente en mejoras del combate como pueden ser los distintos movimientos de remate u otros movimientos ofensivos que nos facilitarán nuestra tarea como mata orcos. Estas habilidades están separadas a su vez en distintos niveles que tendremos que ir desbloqueando obteniendo puntos de poder, que se obtienen cuando matamos a algún capitán orco o participamos en alguno de los acontecimientos que estos llevan a cabo en el mundo. Por último en cuanto al sistema de progresión del personaje, podemos comprar otras mejoras con el dinero que vamos obteniendo que van desde mejoras de la salud o la concentración hasta algunos ataques especiales con cada tipo de arma (espada, arco y daga) que nos transformarán por unos segundos en un auténtico killer.

En cuanto a lo que concierne a la historia del juego, esta se sitúa entre los sucesos de El Hobbit y El Señor de los Anillos. Encarnamos a Talion, un montaraz que vigila la entrada a Mordor, cuando nada más comenzar el juego presenciamos como nuestra familia y nosotros mismos somos asesinados por los capitanes negros de Sauron. Pero antes de morir somos poseídos por un espíritu de un elfo que nos permite seguir en la Tierra Media mientras él siga en nuestro interior. A partir de aquí, se suceden una serie de misiones conectadas entre sí con una narrativa muy justa en las que conoceremos más sobre el espíritu elfo mientras llevamos a cabo nuestra venganza contra los capitanes negros.
Pasando al apartado técnico, nos encontramos ante un juego claramente intergeneracional donde vemos una mezcla de elementos propios de ambas generaciones pero que en general deja una buena sensación, sobretodo en el diseño del protagonista y los capitanes orcos (no tanto en los escenarios o los personajes secundarios) como ya pudisteis observar en las videoimpresiones de la semana pasada. En el apartado sonoro sin destacar especialmente, cumple perfectamente con su cometido tanto en música como efectos y destacar simplemente que el juego se encuentra doblado al castellano cuestión que siempre se agradece.


Y dejo para el final el punto novedoso del juego, el sistema némesis. Se trata de un sistema de generación aleatoria de los jefes orcos tanto en su aspecto como en sus fortalezas o debilidades. Estas últimas nos serán de gran ayuda en el momento de atacar a uno de ellos puesto que si sabemos utilizarlas, en algunos casos no tendremos siquiera que desenvainar la espada (en realidad si la desenvainaremos porque el juego lo hace automáticamente en presencia de algún orco) para conseguir que el capitán ponga (o lo intente) pies en polvorosa. Por ejemplo, si el enemigo siente pavor por el fuego no tendremos más que disparar a una hoguera o un barril explosivo cercano para hacerle huir. Según avancemos en el juego, aparte de poder asesinar a los capitanes, también podremos generar conflictos entre distintos capitanes o entre capitanes y sus caudillos. Aunque para que haya conflictos entre orcos no será necesaria nuestra intervención directa, ya que ellos solitos generarán una serie de eventos que podremos aprovechar nosotros para asesinar a los capitanes más fácilmente. Estas situaciones van desde duelos entre orcos, pasando por cacerías y festines y acabando por misiones de reclutamiento entre otras.

En conclusión, Sombras de Mordor es un gran juego, especialmente en su aspecto jugable que amigos, queramos o no al final es lo que tiene que ofrecer un juego, entretenimiento. Si bien es cierto que la campaña principal podría haber sido ligeramente más larga o más fiel a la saga de Tolkien (porque el juego se toma ciertas licencias al respecto) o al menos mejor contada, pero aun así es un juego muy recomendado para los amantes de este tipo de sandbox.

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